Dr. Oscar Lara.
La diarrea aguda se define como la disminución en la consistencia de las evacuaciones (líquida o semilíquidas) o el incremento de la frecuencia de las mismas (>3 en 24 horas), que puede acompañarse de fiebre o vómitos, su duración es por lo general menor de 7 días y no mayor de 14 días; no se considera diarrea a las heces de consistencia sólida, ni a las de menor consistencia o pastosa en bebés amamantados.
A nivel mundial, la diarrea se considera la segunda causa de muerte en menores de cinco años, ocasionando cerca de 525 000 defunciones anuales, además de ocasionar en promedio tres episodios de diarrea al año en este grupo etario, sobre todo en países de ingresos bajos (OMS, 2017). En México, se redujeron 15 800 defunciones por diarrea en menores de cinco años de edad entre 1990 y 2015, al pasar de una tasa de mortalidad de 145.9 defunciones por esta causa por cada 100 000 menores de cinco años a una de 7.3, respectivamente. Con esto, se cumple el objetivo establecido en Metas Más Allá del Milenio, que coadyuvaron en el cumplimiento del 4° Objetivo de Desarrollo del Milenio.
Esta reducción fue posible gracias a intervenciones costo efectivas tales como, la introducción de terapia de rehidratación oral (THOR), programa de agua limpia, campañas de vacunación contra sarampión, universalización de la vacuna de rotavirus e introducción de sales de rehidratación oral de baja osmolaridad, entre otras. Sin embargo, al realizar el análisis del comportamiento de la mortalidad por esta causa al interior de las diferentes entidades federativas, para 2015, aún se observa una amplia brecha epidemiológica entre las mismas; por ejemplo, Chiapas presenta una tasa de 36.8 defunciones por cada 100 000 menores de cinco años, y entidades como Baja California y Coahuila no reportan defunciones por esta causa.
La diarrea es un síntoma de infección, ocasionada por muy diversos organismos víricos, bacterianos y parásitos, la mayoría de los cuales transmiten por agua contaminada; los agentes etiológicos más frecuentes de la diarrea moderada a grave en países de ingresos bajos son rotavirus y E. Coli; otros patógenos, como el cryptosporidium spp y la Shigella spp pueden ser importante, sin embargo, es necesario tener en cuenta las etiologías específicas de cada lugar, así como el cuadro clínico y el tiempo de evolución.
Los principales factores de riesgo asociados a la diarrea son: el consumo de agua y alimentos contaminados con heces, medidas de higiene deficientes tanto personal como en la manipulación, preparación y almacenamiento de los alimentos; así como la falta de saneamientos básico.
Para clasificar el grado de deshidratación se debe evaluar tanto al interrogatorio como a la exploración física:
1. Retardo en el llenado capilar
2. Pérdida de turgencia de la piel
3. Polipnea y Taquicardia
En pacientes con diarrea aguda se recomienda usar la Escala Clínica de Deshidratación (ECD), para evaluar el grado de deshidratación con base al déficit de peso corporal.
Se recomienda emplear el método Dhaka para diagnosticar deshidratación y elegir el plan adecuado de tratamiento. Se debe realizar la investigación microbiológica en casos de: enfermedad crónica, diarrea complicada, diarrea prolongada, sospecha septicemia, cuando hay moco y sangre en las heces y, paciente inmunocomprometido.
En caso de diarrea aguda se recomienda y es más importante corregir el volumen de líquidos y las alteraciones electrolíticas, que identificar el agente causal. Se recomienda ofrecer además del VSO, líquidos preparados en casa después de cada evacuación para prevenir la deshidratación. En pacientes con diarrea aguda se debe: 1. Continuar lactancia materna y alimentación habitual 2. Fomentar la ingesta de líquidos 3. Desalentar consumo de jugos de frutas y bebidas carbonatadas, especialmente en pacientes con mayor riesgo de deshidratación 4. Ofrecer solución VSO como líquido suplementario Se debe considerar fracaso de la hidratación oral cuando el niño tiene gasto fecal elevado que impide la terapia de hidratación oral, ingesta insuficiente de VSO (somnolencia e incluso vómito incoercible).
Se recomienda utilizar la rehidratación intravenosa únicamente cuando se detecta: 1. Deshidratación grave 2. Fracaso en la terapia de rehidratación oral 3. Contraindicación de la terapia de rehidratación oral o de la vía nasogástrica En el niño con diarrea aguda y deshidratación grave, se recomienda administrar 100 ml/kg de solución lactato de Ringer o solución salina al 0.9%. En niños con diarrea aguda y datos de choque se recomienda la administración de soluciones cristaloides intravenosas en bolo. El uso de antibióticos se recomienda en casos de diarrea aguda causada por patógenos específicos o en situaciones especiales (diarrea con sangre y moco, con duración mayor de 7 días o inmunocomprometido).
PREVENCIÓN
Se debe vacunar a todos los lactantes contra el rotavirus a las edades ya recomendadas en el esquema nacional de salud. Se recomienda vigilar estrictamente la aparición de complicaciones en niños menores de cinco años con diarrea aguda que presente alguno de los factores de riesgo.